Reproducción

El proceso reproductivo en las personas, debería vivirse en un estado de completo bienestar físico, mental y social para progenitores e hijos(as). Por esto, es importante la toma de decisiones libres e informadas sobre sus conductas sexuales y reproducción.

 

Características de la reproducción humana

Los humanos somos mamíferos y nuestra reproducción comparte las características de este grupo: sexual, biparental, vivípara, produciendo generalmente un/a recién nacido/a único/a y ocurre en forma de episodios.

Reproducción bisexual: Ser bisexuados implica la necesidad de formar parejas que puedan reproducirse e, idealmente, hacerse cargo en forma conjunta de los niños que nacen. La sexualidad es una parte muy importante en la vida.

Ser vivíparos: El embarazo se desarrolla en el interior del cuerpo de la persona gestante con los riesgos de salud que pueden producirse en el embarazo anormal, en el parto y el aborto.

Crías inmaduras: Se nace muy inmaduro/a sin la capacidad de cuidarse a sí mismo/a y se depende totalmente de las personas que nos cuidan para poder vivir. Los cuidados de ambos padres y la familia son importantes, aunque la lactancia y el cuidado en las etapas más tempranas dependen particularmente de la madre. Desarrollar las capacidades del cerebro requiere de educación y transformarse en adultos pasa por muchas etapas.

Carácter episódico: Los embarazos se producen sólo en una etapa de la vida de las personas con capacidad de gestar, quienes son fértiles solo durante algunos días de cada mes.

Esta manera de reproducirse tiene dos elementos que han sido fundamentales para que seamos la especie más evolucionada en el planeta:

Permite el mayor intercambio de material genético, necesario para crear la variedad de individuos que forman la especie.

Permite el crecimiento y desarrollo del sistema nervioso después del nacimiento, lo que sirve de base para el desarrollo de las habilidades.

 

La Salud Reproductiva

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido salud reproductiva como la condición en la cual se logra el proceso reproductivo en un estado de completo bienestar físico, mental y social para la madre, el padre y los hijos y no solamente en ausencia de enfermedad o trastornos de dicho proceso.

Para conseguir esto es importante que las personas tomen decisiones libres e informadas sobre su actividad sexual y su reproducción.

Aparato Reproductor

Existen órganos especializados para la reproducción, o sea para poder tener hijos/as, que forman el aparato reproductor. El funcionamiento de estos órganos está regulado desde el cerebro.

Centro regulador de la función reproductiva

En el cerebro hay una zona que se llama hipotálamo, a la que llega la información que viene desde el resto del cuerpo y del ambiente en que se vive. El hipotálamo evalúa esta información y le da instrucciones a la hipófisis que es una glándula que también está en el cerebro. La hipófisis produce hormonas (mensajeros químicos) que van por la sangre hasta los ovarios y testículos (llamados gónadas) y el resto del aparato reproductor llevando las instrucciones para su funcionamiento. Los ovarios responden produciendo los óvulos (gameto femenino) y las hormonas femeninas. Los testículos responden produciendo los espermatozoides (gameto masculino) y las hormonas masculinas.

El centro regulador del cerebro funciona distinto en las personas de sexo femenino y masculino. En las de sexo femenino lo hace cambiando a lo largo del ciclo menstrual de modo que los niveles las hormonas en la sangre varían día a día provocando cambios en los órganos reproductivos, en el estado de ánimo y en las conductas. Esto contrasta con los niveles hormonales más bien estables que experimentan los de sexo masculino.

Aparato reproductor masculino

Pene: es el órgano masculino que penetra la vagina para depositar los espermatozoides (o espermios) durante una relación sexual. En el momento del orgasmo el pene eyacula un líquido blanco pegajoso, llamado semen, que contiene los espermatozoides. En cada relación sexual una persona de sexo masculino puede eyacular de 200 a 300 millones de espermios, uno de los cuales puede llegar a fecundar al óvulo. Estos espermios viven dentro del tracto genital femenino durante más o menos 5 días, después de esto mueren y se eliminan.

El pene es especialmente sensible a la estimulación sexual. La punta del pene se llama glande y es la zona más sensible del pene. El glande está cubierto por piel, que se llama prepucio. Cuando el prepucio es muy estrecho (fimosis), hay más posibilidades de que la secreción que sale por el pene se acumule, tome mal olor e inclusive se inflame e infecte. Para evitar que esto ocurra, es necesario hacer una buena higiene del pene, y en caso de tener el prepucio muy estrecho consultar a un profesional de salud.

El tamaño y la forma del pene son diversos y no tiene relación con la habilidad de dar o recibir placer.

Las personas de sexo masculino también orinan por el pene, pero la orina y el semen nunca pasan al mismo tiempo, pues existe una válvula que cierra el conducto cuando se va a orinar o a eyacular.

Escroto: es la piel externa que forma una bolsa que contiene a los testículos. Está cubierta por vellos púbicos.

Testículos: son dos órganos cubiertos por el escroto, producen los espermios o espermatozoides (gametos masculinos), y además producen la hormona masculina, testosterona. Están ubicados fuera de la cavidad abdominal porque la temperatura más alta que hay en el interior del cuerpo daña la función de los testículos. Es importante realizarse un auto-examen de los testículos una vez al mes. La autopalpación es para detectar precozmente un cáncer de testículo u otra enfermedad, y consiste en tocarse en forma suave ambos testículos, uno primero y otro después. Si se toca una masa, se encuentra algo anormal o se siente dolor, se debe consultar a un médico/a o a un/a profesional de la salud.

Conductos deferentes: son dos canales, uno a cada lado, que conducen a los espermatozoides maduros desde los testículos hasta las vesículas seminales.

La próstata: es una glándula ubicada debajo de la vejiga, donde se produce líquido seminal. Desde la próstata sale el semen a la uretra y se expulsa cuando se produce una eyaculación.

Glándulas o vesículas seminales: son dos saquitos que están por detrás de la vejiga y por encima de la próstata. Las vesículas seminales reciben a los espermatozoides y producen el líquido seminal. El líquido seminal es una sustancia blanquecina que contiene proteínas y otras sustancias nutritivas que necesitan los espermatozoides para sobrevivir. El fluido que contiene líquido seminal y espermatozoides se llama semen. De las vesículas seminales salen los conductos eyaculadores, que son los que transportan el semen hasta la próstata.

Uretra: es el conducto por el cual pasa el semen y la orina antes de ser expulsados hacia el exterior. El semen y la orina nunca se juntan, ya que existen unas válvulas que abren o cierran el paso de uno o de otro.

Aparato reproductor femenino

Los órganos reproductivos femeninos se ubican en el interior del cuerpo (órganos reproductivos internos) y en el exterior (órganos genitales externos). También la mama o glándula mamaria forma parte del aparato reproductor.

Órganos genitales internos: son los órganos en los que se produce la fecundación, la anidación del huevo y el embarazo. Por esto se ubican en el interior del cuerpo, en la parte baja del abdomen, para que estén protegidos durante el embarazo.

Ovarios: son dos y como del tamaño de una almendra. Tienen dos funciones, producir los óvulos u ovocitos (gametos femeninos) y las hormonas sexuales femeninas, llamadas estrógenos y progesterona.

Trompas de Falopio: son dos tubos ubicados a cada lado del útero y nacen de él, se van ensanchando y tomando la forma de un embudo (fimbrias). Debajo de cada uno están los ovarios que producen los óvulos que viajan por las trompas al útero. Es en las trompas donde se produce la fecundación que es la unión de un óvulo y un espermio.

Útero: tiene la forma de una pera invertida y el tamaño de un puño. La parte superior se llama cuerpo y la inferior que se une a la vagina se llama cuello o cérvix. El útero esta recubierto por dentro por una membrana llamada endometrio. Esta membrana se prepara todos los meses para recibir un óvulo fecundado o huevo. Después de la fecundación, el huevo se implanta en el endometrio, comienza a desarrollarse dentro del útero y la persona deja de menstruar. Si el huevo no se implanta o no hay fecundación, el endometrio se elimina y es lo que se llama menstruación.

Vagina: es un canal elástico y húmedo que va desde el cuello del útero hasta el exterior. Durante un parto normal el bebé pasa del útero a la vagina. Es también por donde sale la sangre en la menstruación y donde puede ingresar el pene durante una relación sexual (el coito).

Órganos genitales externos: los órganos genitales externos de la mujer están en un lugar difícil de ver para la misma mujer. Si se quieren ver los propios genitales, se puede usar un espejo. Son los siguientes:

Monte de Venus: es la zona de la piel que está sobre el hueso del pubis y que está cubierta de vello púbico.

Labios mayores: son pliegues gruesos de la piel cubiertos de vellos púbicos, es la estructura más externa de los órganos genitales de la mujer, que protegen los labios menores y que forman junto a los labios menores, lo que se llama la vulva.

Labios menores: son pliegues de la piel ubicados por dentro de los labios mayores. No tienen vellos.

Clítoris: es la parte más sensible de los órganos sexuales. Está cubierto por la unión de los labios menores justo debajo del Monte de Venus, por lo que apenas puede verse su primera parte (“cabeza” o glande del clítoris), pero al tocarlo se siente como un cordón bastante sensible.

Abertura vaginal: es el orificio de entrada a la vagina y a los órganos sexuales internos. Es por donde entra el pene, sale la menstruación y el/la bebé al nacer. Cuando una persona de sexo femenino no ha tenido relaciones sexuales se puede encontrar además un delgado repliegue, que tapa parcialmente la entrada, llamado himen. En la primera relación sexual a veces se rompe y sangra, pero algunas personas de sexo femenino nacen sin himen, o no les sangra ni se rompe en su primera vez y eso también es normal.

En esta zona se encuentran el Orificio Urinario por donde sale la orina hacia el exterior y el ano que es la parte final y externa del intestino grueso (recto) por donde salen las deposiciones.

Glándula mamaria o mama: forma parte del aparato reproductor ya que se encarga de la alimentación de los/las bebés en los primeros meses de vida.

¿Qué es el ciclo menstrual?

El ciclo menstrual comienza el primer día de la menstruación (llamada comúnmente regla) y termina el día anterior a la siguiente regla. Es decir, el día uno del ciclo es el día que llega la regla, y así se van contando los otros días, hasta que llega la próxima menstruación y empieza un nuevo ciclo. Se llama ciclo menstrual porque se repite periódicamente. Dura más o menos 25 a 35 días, aunque esto varía de una mujer a otra, y también puede variar de uno a otro mes en la misma mujer. Puede ser bastante irregular durante los dos primeros años después de la primera regla o menarquia.

¿Cómo funciona el ovario durante el ciclo menstrual?

Dentro del ovario se encuentran los folículos, un conjunto de células que contienen los óvulos y que también producen las hormonas femeninas. Cada mes, varios folículos van creciendo y los óvulos que contienen van madurando. Esto se debe al efecto de una hormona llamada folículo estimulante o FSH, producida en el cerebro por la hipófisis. De todos estos óvulos, uno solo seguirá creciendo y llegará a salir del folículo en el proceso que se llama ovulación. La ovulación ocurre por efecto de otra hormona, llamada luteinizante o LH que también es producida en la hipófisis. Cuando se ha producido la ovulación, el folículo se transforma en el cuerpo lúteo que también produce hormonas.

Durante la primera parte del ciclo menstrual, el folículo produce estrógeno, que actuando en el cuello del útero, le hace producir una mucosidad como clara de huevo llamado moco cervical, que facilita el paso de los espermios desde la vagina hacia el interior. Además, el estrógeno hace crecer el endometrio y provoca los cambios del cuerpo femenino que comienzan con la pubertad (crecimiento de los órganos reproductivos, estirón, aparición de vellos púbicos, etc).

Después de la ovulación, el cuerpo lúteo también produce progesterona, que se encarga de hacer madurar el endometrio y lo prepara para acoger a un posible óvulo fecundado (producto de la unión del óvulo y el espermio). Esta hormona también se encarga de mantener el endometrio en caso de que haya habido un embarazo.

¿Qué es el periodo fértil?

Una mujer puede embarazarse si tiene una relación sexual el día de la ovulación o durante los 5 días que la preceden (anteriores) y estos días se conocen como “período fértil”. Por ejemplo: en un ciclo que dura 28 días, la ovulación, o salida de un óvulo, es alrededor del día 14 del ciclo y en ese caso se podría embarazar si tiene relaciones sexuales entre el día 9 del ciclo y el día 14. Esto puede variar mucho de un mes a otro, porque la salida del óvulo se puede adelantar o atrasar, así que nunca se sabe con total exactitud. Se habla de “días infértiles” cuando se trata de los primeros días del ciclo menstrual que están lejos de la ovulación y desde el día que sigue a la ovulación hasta la menstruación.

Existen varias maneras de identificar cuál es el periodo fértil y se pueden usar como un método para evitar un embarazo. Son los llamados métodos de abstinencia periódica: el Calendario, la Temperatura Basal o la Ovulación o Método del Moco Cervical. Las parejas que usan estos métodos tienen que evitar las relaciones en el período fértil y usar sólo los días infértiles para tener relaciones.

Hay que realizar un entrenamiento con profesional de salud especializado, para aprender a reconocer correctamente el periodo fértil antes de usar los métodos de abstinencia periódica.

¿Qué es la menstruación?

El endometrio, la membrana que cubre el útero por dentro, se desprende si no ha habido fecundación en ese ciclo menstrual. Esto es la menstruación o regla. Se produce porque el ovario deja de producir las hormonas que mantienen al endometrio. La duración de la menstruación o sangrado uterino es de 3 y 7 días, con menor o mayor intensidad. A veces puede haber sangrados sin que haya ocurrido ovulación, especialmente en los primeros ciclos después de la menarquia o primera menstruación.

Cuando se ha producido un embarazo, no hay menstruación porque el ovario sigue produciendo las hormonas que mantienen el endometrio. Esto se debe a que el huevo fecundado se ha anidado en el endometrio y le manda señales al cerebro de la madre para que continúe produciendo las hormonas necesarias para que el embarazo siga su curso.

Sobre la menstruación hay muchas falsas creencias. Algunas personas piensan que no pueden hacer todas sus actividades en forma normal: como hacer deporte, bañarse, nadar, comer algunos alimentos, etc. Lo cierto es que se puede hacer lo mismo que el resto de los días.

¿Qué es el síndrome premenstrual?

El síndrome premenstrual incluye cambios físicos y emocionales que se producen un poco antes o durante la menstruación. A veces, se experimentan cambios de humor, tensión, hinchazón y sensibilidad o dolor en los senos. Descansar o hacer ejercicio suave de relajación o de respiración, y seguir una dieta equilibrada pueden servir de ayuda. Si las molestias son muy intensas se recomienda consultar a una matrona/ón o ginecóloga/o.

¿Cuándo se debería consultar al médico/matrona acerca de la menstruación?

  • Si se tiene 16 años de edad y todavía no ha comenzado a menstruar
  • Si la regla de pronto ha dejado de ocurrir
  • Si se sangra por más días que de costumbre
  • Si se sangra excesivamente
  • Si de pronto se siente enferma luego de usar tampones
  • Si se sangra entre períodos (más que sólo algunas gotas)
  • Si se tiene dolores intensos durante la regla
  • Si se tiene dudas o necesidad de orientación

La fecundación

Durante la relación sexual, millones de espermios son depositados en la vagina, suben hacia el útero y llegan hasta las trompas de Falopio donde se encuentran con el óvulo. Una vez allí, los espermios se “capacitan”, es decir, se preparan para la fecundación del óvulo. Después de varias horas se produce la fecundación, en la que sólo un espermio conseguirá penetrar en el óvulo. A partir de ese momento, el óvulo fecundado avanzará hasta llegar al útero (tardará una semana), donde se implantará y crecerá, para formar el feto y la placenta. Este proceso no es siempre eficiente y se calcula que la mitad de los embarazos se pierden de manera natural sin que la persona se alcance a dar cuenta, es decir, antes de la fecha en que le va a llegar la menstruación.

«El proceso generativo humano» (descargar documento)

El embarazo

El embarazo comienza cuando el embrión se implanta en el útero y una de las primeras señales que se puede notar, es que no llega la menstruación en el momento esperado. El embarazo dura normalmente 40 semanas (contadas a partir del primer día de la última menstruación) o 9 meses. Y se divide en 3 períodos: primer, segundo y tercer trimestre. Tanto el feto como la madre experimentan cambios importantes en cada uno de estos períodos.

Durante el embarazo, la madre y el feto están íntimamente ligados. La placenta es el órgano que se encarga de darle al feto todo lo que necesita: el oxígeno, las sustancias nutritivas, las hormonas y los factores inmunológicos (defensas contra infecciones). La vida y crecimiento intrauterino dependen de la función placentaria normal.

El desarrollo del feto varía mucho en los tres trimestres del embarazo. En el primer trimestre se forman sus órganos principales. En el segundo éstos se vuelven más complejos, mientras que en el tercer trimestre el feto aumenta de tamaño y sus órganos maduran, preparándose para nacer.

El embarazo produce grandes cambios físicos y psicológicos en la madre. En el primer trimestre es frecuente la aparición de cansancio, sueño y náuseas. Durante el segundo trimestre la persona gestante se siente por lo general más activa. En el tercer trimestre es habitual que sienta ansiedad ante la inminencia del parto y mayor cansancio por el aumento de peso.

Algunas personas gestantes sienten algunas molestias durante el embarazo. No suelen revestir ninguna gravedad y por lo general desaparecen tras el parto. Sin embargo, en algunas ocasiones pueden surgir complicaciones más graves que requieren intervención médica. Por ello, es necesario controlar el embarazo con un/a profesional capacitado/a y comunicar de inmediato cualquier síntoma inusual.

Se puede sospechar de un embarazo si se ha tenido relaciones sexuales sin usar un método anticonceptivo y hay:

  • Falta de menstruación, o se atrasa y no llega en la fecha esperada.
  • Malestares en las mañanas como ganas de vomitar, cansancio, mareos.
  • Cambios en las mamas como obscurecimiento de la areola y pezón, dolor, tensión o picazón en los senos.

Hay algunas personas que estando embarazadas siguen teniendo menstruación, por lo que ante la duda lo mejor es hacer un examen o test de embarazo. Algunos los venden en las farmacias y se hacen con la orina y otros se realizan con sangre en un laboratorio clínico.

El parto

El parto es el proceso por el cual se produce la expulsión del feto desde el útero materno al exterior en un tiempo relativamente breve. Puede ser prematuro o de término. El parto prematuro es el que ocurre antes de las 37 semanas de gestación y el parto de término es el que ocurre entre las 37 y 42 semanas de gestación.

El parto puede ser por vía vaginal, que es la forma natural o fisiológica por la cual nace un/a bebé, o por medio de una cesárea, que es una operación que se realiza para extraer al feto cuando hay algún problema de salud de la madre y/o del feto.

Al inicio del trabajo de parto, la persona gestante siente una serie de molestias vagas e imprecisas, de duración variable, llamadas pródromos de parto. Una vez iniciadas las contracciones uterinas regulares se pueden distinguir tres fases del parto: el periodo de dilatación, el periodo expulsivo, y el alumbramiento o expulsión de la placenta y anexos ovulares. La duración de estos períodos varía de una persona a otra según la edad, número de partos previos, intensidad de las contracciones uterinas, existencia de bolsa amniótica, tamaño fetal, etc.

El periodo post-parto

El período post-parto es la etapa en que la madre y su hijo/a pasan de esta estrecha relación que hay durante el embarazo hacia un período de mayor autonomía para ambos. En este período ocurren cambios importantes en el cuerpo de la madre, hasta que vuelve a una condición semejante a la que tenía antes del embarazo.

En este periodo, la lactancia natural es muy importante ya que la leche de la madre le da a los/as recién nacidos todo lo que necesitan en cuanto a alimentación y defensa contra las infecciones y favorece el apego y el contacto estrecho entre la madre y su hija/o.

El período post-parto es esencial para el desarrollo de niños y niñas, para la recuperación de la madre, para el aprendizaje de las funciones de madres y padres y para que se establezca el vínculo afectivo o apego entre los/as recién nacidos y sus progenitores.

Embarazo en madres que están en el colegio

Tríptico informativo para alumnas madres y embarazadas [descargar PDF]

Reglamento de alumnas madres y embarazadas [descargar WORD]

Aborto

El aborto es la interrupción de un embarazo después de la implantación del embrión en el útero y antes de que el feto sea viable o sea que pueda vivir de manera independiente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) fijó la viabilidad del feto en las 22 semanas completas de gestación o con un feto que pese 500 gramos. Por debajo de este límite se considera aborto y por sobre este límite se considera parto prematuro.

Tipos de aborto

El aborto puede ser espontáneo o inducido. El aborto espontáneo ocurre sin ninguna intervención externa y puede ser causado por enfermedades de la madre o defectos genéticos del embrión.

El aborto inducido es la interrupción de un embarazo mediante una intervención externa, ya sea por el uso de medicamentos o de una intervención quirúrgica. Puede ser una situación compleja y difícil ya que hay muchos factores que determinan que una mujer se realice un aborto. Puede ser por razones personales, económicas, de pareja, de salud, etc.

El aborto inducido puede ser seguro o inseguro. El aborto seguro es aquel que es realizado por un/a profesional capacitado con los medios adecuados y en un ambiente adecuado, el aborto inseguro es lo contrario, o sea cuando el aborto lo realiza una persona no capacitada y en un ambiente inadecuado.

El aborto inseguro significa un gran riesgo para la salud y la vida de la mujer, de hecho, muchas mujeres en el mundo mueren o quedan con daños por realizarse un aborto inseguro.

En Chile el acceso al aborto seguro y voluntario está garantizado por la ley IVE 21.030 desde el año 2017 en las siguientes 3 causales:

  • Cuando la vida de la mujer se encuentre en riesgo.
  • Cuando el feto no tenga posibilidades de sobrevivir fuera del útero.
  • Cuando el embarazo es producto de una violación.

La legalidad del aborto, es decir, que sea legal o ilegal, es diversa en los diferentes países, o sea hay países que tienen leyes que permiten que las mujeres se hagan un aborto y otros países que lo prohíben o permiten solo en ciertos casos como es en Chile en la actualidad.

El aborto por cualquier otra causa en Chile es ilegal y penalizado, o sea la mujer que se hace un aborto y/o la persona que le hace el aborto pueden ser procesadas por la justicia por ser considerado el aborto un delito. La ley chilena prohíbe el aborto en todas las situaciones, que no sean las 3 causales incluidas en la ley IVE, lo que significa que, tanto la mujer como la persona que la ayuda a abortar, pueden arriesgar penas de cárcel.

El aborto no se previene prohibiéndolo, la mejor forma de evitar un aborto, es prevenir un embarazo que uno no desea, informándose acerca de los anticonceptivos disponibles y usándolos regularmente.